Por Luis Nogueira Serrano y Julio Lloréns Salccedo
European Bugei Society
Fûryûkan Bugei Dôjô
ras sorprendernos con la desconocida arte del fuego (ver El Budoka 2.0 nº 71), hoy pasamos a tratar el elemento opuesto, el agua y las formas que los samurai tenían de relacionarse con ella. Si atendemos a la naturaleza insular de Japón (más de 1.000 islas), a sus condiciones climáticas especialmente pluviosas (siendo su pluviometría anual media de más de 1.700 mm; cuando en España es 650 mm) y a su agreste orografía (73% de su superficie es montañosa) plagada de ríos y lagos (más de 35.000 y 100, respectivamente), hacen que el medio acuático haya sido un elemento muy significativo a tener en cuenta para el movimiento de tropas y encuentros en batalla, pero también a la hora de planificar defensas como los propios fosos hori u otras estrategias como la de cortar el suministro de agua ejecutando desvíos de los cauces, etc. Por eso, desde la antigüedad, las escuelas militares japonesas se afanaron en desarrollar métodos para dominar este medio.
Si atendemos a los clásicos militares, el propio arte de la guerra de Sun Tzu (Sonshi no Heihô en japonés), nos habla en su capítulo 9, sobre movimiento militar, de las cuatro ramas de utilidad del conocimiento militar que son las montañas, los ríos, las marismas y las llanuras, en las que nos encontramos que al menos dos están involucradas con el elemento agua.
Algunos de estos conceptos, como las batallas acuáticas suisen y batallas navales funaikusa, se exceden de la propuesta del presente artículo, por lo que nos centraremos en exclusividad en las propias técnicas natatorias y de combate en el agua. En situaciones de batalla naval, tanto por una eventual caída desde la cubierta, y la consecuente necesidad de supervivencia como un desembarco; en medio fluvial o lacustre para cruzar a lugares que puedan ofrecer una ventaja.
Algunos pasajes militares vinculados al agua, quizá legendarios, han pasado a la historia como la batalla naval en el estrecho Shimonoseki entre las islas de Kyûshu y Honshu, que decidió las guerras Genpei, y donde Taira no Munemori, trató de huir a nado; u otra huida protagonizada por Akechi Mitsuhide, traidor a Oda Nobunaga, a través del extenso lago Biwa.
Igualmente se conocen las habilidades natatorias de grandes personajes históricos y la importancia que éstos les daban a estas prácticas, como Oda Nobunaga que animaba a realizar entrenamiento cruzando el río entre los meses de marzo y septiembre, o Tokugawa Ieyasu que nadaba a través del río cerca del castillo de Okazaki hasta una edad avanzada.
Como en otras ocasiones, esta disciplina ha tomado diferentes nombres con distintas ligeras connotaciones que describimos a continuación:
• Suijutsu (lit. arte del agua), con implicación sobre todo lo que pueda englobar este medio, empleándolo para moverse, pero también para ocultarse, montar trampas, esconder armas, ahogar, etc.
• Suibajutsu (lit. equitación acuática), refiriéndose a las técnicas de cómo relacionar la caballería con el medio acuático, es decir, cómo cruzar ríos junto con el caballo, cómo cabalgar en zonas someras, etc.
• Suieijutsu (lit. arte de la natación) o directamente Suiei, natación, refiriéndose exclusivamente a técnicas de natación, pero no solo a sus formas, sino también a cómo hacerlo en corrientes, cómo aproximarse a una embarcación, a la costa, etc., así como emplear artefactos de flotación ukibukuro (lit. bolsa de flotación) o de asistencia a la respiración.
• Suiren (lit. entrenamiento acuático), centrándose en las prácticas para la preparación para la lucha y la supervivencia en medio acuático.
• Tôsuijutsu (lit. arte de caminar en el agua), con una connotación mayor a cómo salvar obstáculos acuáticos.
• U otros sinónimos como Yûeijutsu (lit. arte de nadar), Shûsuijutsu (lit. arte de nadar en agua), Suihô (lit. método del agua), entre otros.
• Actualmente se emplea el término koshiki eihô (lit. métodos clásicos de natación).
Algunas escuelas, también hacen mención al término suiton o suitonpô (lit. métodos de escape por el agua) en el que se orientan a emplear técnicas de evasión y escape a través de medios acuáticos.
Estas prácticas fueron especialmente usadas en las múltiples batallas del periodo Sengoku Jidai, sin embargo, su principal desarrollo se dio durante el periodo de paz instaurado por el shogunato Tokugawa, a partir del siglo XVII. La federación japonesa reconoce 13 escuelas tradicionales específicas de estas disciplinas, pero otras escuelas más transversales (sôgôbugei) también incluían métodos de combate acuático y natación dentro de su currículo, dado que era una materia fundamental de aplicación en las escuelas militares y se reconocía como una dentro de las 18 materias del bugei, bugei jûhappan. Esto hace que su aprendizaje para el bugeisha sea fundamental, no solo por su utilidad por sí mismo, sino por la influencia que tienen sus técnicas sobre los conceptos de otras disciplinas, además de ser un excepcional entrenamiento de resistencia.
Si nos centramos en la técnica natatoria y, sobre todo, si la comparamos con las técnicas de natación convencional con la que todos debemos estar familiarizados, encontraremos una serie de importantes singularidades:
• Aunque existen técnicas de nado rápido, se prima la resistencia a la velocidad, ya que tenemos que considerar largas distancias, en’ei, así como que el destino no tiene que ser necesariamente la otra orilla y que haya que escalar o luchar después, junto con otros imponderables como la propia temperatura del agua, encontrar fuerte corriente en contra, obstáculos a salvar, o un eventual combate en el tránsito.
• La técnica de flotación es fundamental para poder transportar equipamiento pesado como la armadura, técnica conocida como katchû gozen oyogi, o incluso poder combatir con las armas. En ese sentido se distinguen la esgrima con espada suikenjutsu, el tiro con arco suikyûjutsu o el disparo de fusil suihôjutsu.
• Enocasiones es fundamental el sigilo de la técnica, sobre todo si se trata de incursiones en las que se pretende es una infiltración. Este sigilo es a su vez parte del concepto de eficiencia quepresentan estas técnicas. Para ello se visa tanto la posición buscando la máxima hidrodinámica, así como la técnica de palada y de patada sean lo más adecuadas para cada posición.
En relación con sus técnicas, encontramos que podemos clasificarlas principalmente por la posición en la que se coloca el nadador:
• Vertical, tachi oyogi, consistente en realizar una flotación con el tronco en vertical, permitiendo desplazamientos lentos y reorientaciones. Ésta es la técnica fundamental cuando se requiere realizar acciones como luchar esgrimiendo una espada, disparar con el arco, etc. La clave está en los movimientos de piernas realizando círculos llamada makiashi (lit. enrollamiento de piernas) que garantiza una flotabilidad de hombros para arriba. Con el apoyo de los brazos en movimiento similar llamado makite, permite conseguir técnicas de flotación mayor llamadas ukioyogi. Otro de los elementos principales es realizar un salto desde el agua con el fin de abalanzarse para dar un golpe sorpresivo o para salir del agua a un saliente elevado que algunas escuelas llaman inatobi (lit. salto de salmonete rayado).
• Lateral, yoko oyogi, seguramente sea la posición donde se encuentran más variantes y las características más significativas y diferenciadoras del nado tradicional japonés. Una vez más encontramos la clave en las piernas, que en este caso realiza una carga contrayendo ambas piernas y descargando con dos arcos de sentidos opuestos al mismo tiempo mientras se extienden ambas piernas, llamado aoriashi (lit. piernas abanicando). En lo que se refiere a la técnica de palada superior es llamada generalmente nobi o noshi 伸 (lit. estiramiento) y consiste en llevar los brazos por el plano frontal hacia arriba de la cabeza que es hacia donde nos dirigimos y remar hacia el abdomen. Esta técnica puede realizarse con los dos brazos a la vez, morote, o bien realizando un movimiento corto de la mano superior y otro más largo de la inferior, comúnmente llamado hitoe, o bien haciendo en dos fases ambos brazos llamándose futae. Algunas escuelas emplean pequeñas paladas de codo llamadas taguri. Finalmente, no es extraño observar elementos combinados como brazadas nuki que veremos en la siguiente postura.
• Frontal, hira oyogi (lit. nado plano), normalmente se refiere a un tipo específico de braza japonesa, sin embargo, incluyo también aquí la siguiente técnica fundamental conocida como nuki o nukite (lit. sacar o armar el brazo), que se trata de realizar paladas tipo crol. Sin embargo, existen dos aspectos que a todo nadador le resultará curiosos: uno, que la técnica mantiene la cabeza fuera del agua en todo momento de forma que pueda observarse el entorno; y segundo, se realiza con la técnica de pierna aoriashi como vimos en el apartado anterior, de forma que según se alterna la palada, se lateraliza el cuerpo para realizar la acción de piernas. Si se alternan izquierda y derecha con palada larga se llama ônukite, pero si aunque se alternen brazos, solo se realiza la acción de piernas por un lado, entonces se llama konukite. Y se obtiene un resultado parecido si doblamos la velocidad de palada con respecto a las de piernas, llamándose hayanukite. Otras combinaciones pueden realizarse repitiendo las paladas de un mismo lado dos y tres veces, nihon y sanbon, respectivamente.
Otra forma alternativa de utilizar las piernas es cuando se realizan dando pasos y acción de coz hacia detrás como si saltáramos al agua, llamado junka y se emplean normalmente en las técnicas de braza moronukite. Esta acción de piernas también es empleada en una técnica de desplazamiento sumergida usando el lecho, llamada kenoshi (lit. extensión pateando).
Como hemos indicado anteriormente, una gran variedad de posibilidades se generan del hecho de combinar posiciones con lanzadas de mano.
• Espaldas, se oyogi, menos utilizada en las técnicas tradicionales, se basan en los principios de flotación uitemate (lit. flotar y detenerse), pudiendo aplicar posteriormente los criterios de palada y brazada comentados anteriormente.
Estas técnicas se deben combinar con movimientos de lucha, teniendo el practicante que acostumbrarse a la dinámica del nuevo medio, a la influencia de corrientes y oleaje, o a la irregularidad del propio lecho. Así también, la lámina de agua se convierte en un factor distorsionador que permite ocultar acciones en el ámbito sumergido.
Nuevas técnicas surgen dentro de la actividad acuática, haciendo muy efectivas acciones como el anclarse al enemigo con el fin de utilizarlo como medio propio de flotación mientras lo ahogamos. Así también, existen propios estudios de kata (como es el caso del conocido como kaisui en kumiuchi; ver El Budoka 2.0 nº 59) en los que se emplea el medio acuático de aguas en la orilla, o de una marisma, para ahogar al oponente a través de controles muy específicos para ese fin. El agua además se emplea como elemento desequilibrador del cuerpo, desacelerador de la acción de ataque o mismamente como proyectil para cegar al oponente a través de las salpicaduras…
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Suijutsu - El combate en el agua